martes, 22 de marzo de 2011

Palabras santas

¡Qué ganas tuve de llorar sintiendo junto a mí la burla de la realidad! Y el corazón me suplicó que te buscara y que te diera mi querer. Me lo pedía el corazón y entonces te busqué creyéndote mi salvación y ahora que estoy frente a ti parecemos, ya ves, dos extraños. Lección que por fin aprendí ¡cómo cambian las cosas con los años! Angustia de saber muertas ya la ilusión y la fe. Perdón si me ves lagrimear, los recuerdos me han hecho. Fue tan distinto nuestro amor y duele comprobar que todo, todo terminó. ¡Qué gran error volverte a ver para llevarme destrozado el corazón! Son mil fantasmas, al volver burlándose de mí las horas de ese muerto ayer.

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